Del amor y otros demonios

El 26 de octubre de 1949 el reportero Gabriel García Márquez fue enviado al antiguo convento de Santa Clara, que iba a ser demolido para edificar sobre él un hotel de cinco estrellas, a presenciar el vaciado de las criptas funerarias y a cubrir la noticia. Se exhumaron los restos de un virrey del Perú y su amante secreta, un obispo, varias abadesas, un bachiller de artes y una marquesa. Pero la sorpresa saltó al destapar la tercera hornacina del altar mayor: se desparramó una cabellera de color cobre, de veintidós metros y once centímetros de largo, perteneciente a una niña. En la lápida apenas se leía el nombre: Sierva María de Todos los Ángeles. «Mi abuela me contaba de niño la leyenda de una marquesita de doce años cuya cabellera le arrastraba como una cola de novia, que había muerto del mal de rabia por el mordisco de un perro, y era venerada en los pueblos del Caribe por sus muchos milagros. La idea de que esa tumba pudiera ser la suya fue mi noticia de aquel día, y el origen de este libro.»

El llibre és una petita joia, personalment, el meu preferit d’aquest autor. La curiositat és que el convent efectivament es va convertir en un hotel, l’actual Sofitel Santa Clara de Cartagena d’Índies, a Colòmbia, on vaig tenir la sort d’allotjar-me uns dies l’estiu passat. Des de la terrassa de l’hotel es pot veure la casa que l’escriptor té a la ciutat i diuen que si tens paciència pots arribar a conèixer l’esperit de Sierva María :-)

http://www.hotelsantaclara.com/
http://www.hotelsantaclara.com/espanol/tour/galeria-fotos.html


El 26 de octubre de 1949 el reportero Gabriel García Márquez fue enviado al antiguo convento de Santa Clara, que iba a ser demolido para edificar sobre él un hotel de cinco estrellas, a presenciar el vaciado de las criptas funerarias y a cubrir la noticia. Se exhumaron los restos de un virrey del Perú y su amante secreta, un obispo, varias abadesas, un bachiller de artes y una marquesa. Pero la sorpresa saltó al destapar la tercera hornacina del altar mayor: se desparramó una cabellera de color cobre, de veintidós metros y once centímetros de largo, perteneciente a una niña. En la lápida apenas se leía el nombre: Sierva María de Todos los Ángeles. «Mi abuela me contaba de niño la leyenda de una marquesita de doce años cuya cabellera le arrastraba como una cola de novia, que había muerto del mal de rabia por el mordisco de un perro, y era venerada en los pueblos del Caribe por sus muchos milagros. La idea de que esa tumba pudiera ser la suya fue mi noticia de aquel día, y el origen de este libro.»

El libro es una pequeña joya, personalmente, es mi libro favorito de este autor. La curiosidad es que el convento efectivamente se convirtió en un hotel, el actual Sofitel Santa Clara de Cartagena de Indias, en Colombia, donde tuve la suerte de alojarme unos días el verano pasado. Desde la terraza del hotel se puede ver la casa que el escritor tiene en la ciudad y quién sabe, con un poco de paciencia puedes llegar a conocer al espíritu de Sierva María :-)

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